Comprender la Adicción a la Pornografía
La pornografía, a menudo caracterizada como "la nueva droga", es una epidemia que afecta a millones de personas y sus seres queridos en todo el mundo. No es que quien ve, escucha o lee material pornográfico sea por naturaleza un individuo “enfermo”, “retorcido” o “malo”. Más bien, el problema puede estar en un concepto erróneo de la pornografía como un pasatiempo inofensivo o una liberación de estrés justificable en la que "todos" están involucrados en lugar de la adicción dañina que es.
En esta serie de blogs de 3 partes, nos gustaría abordar el problema abiertamente para que se puedan dar pasos hacia la curación y la recuperación. Para profundizar y discutir de manera efectiva las formas en que usted o un ser querido pueden superar una adicción a la pornografía, primero debemos comprender qué ocurre a nivel neurológico para desencadenar y alimentar la adicción.
Las adicciones, en general, operan a través de lo que se llama el Sistema de Dopamina Mesolímbico, o centro de recompensa, en el cerebro. A medida que aumentan los niveles de dopamina debido a drogas y estimulantes, uno comienza a sentir placer invocado. Entonces, el cerebro anhela ese placer repetidamente e impulsa al individuo a entregarse al mismo comportamiento dañino para recibirlo, atrapándolo efectivamente en un ciclo de deseo insaciable.
A medida que el cerebro se acostumbra a este patrón, un simple hábito se convierte en una adicción y uno ya no puede simplemente "salir de él". La adicción a la pornografía opera de la misma manera y las vías neuronales se refuerzan con el uso repetitivo. Aunque parecen muy diferentes, solo hay diferencias menores entre una adicción a las drogas y una adicción al comportamiento, como la pornografía.
Es increíblemente importante ver la adicción a la pornografía de esta manera porque permite abordar el problema correctamente. Uno no puede resolver un problema que no comprende, por lo que el primer paso para resolver cualquier problema es verlo tal como es. En nuestras próximas publicaciones, discutiremos cómo hablar abiertamente con familiares y amigos sobre este desafío y luego qué podemos hacer para superarlo.
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